El pasado martes fue la penúltima reunión de vecinos de mi comunidad. Yo, como siempre, delegué en mi señora tan ardua tarea. Por nada en especial, SÓLO PORQUE NO SOY CAPAZ DE PERDER 4 HORAS EN DISCUTIR LOS 4 PUNTOS DEL DÍA.
Mi experiencia me dice que hay dos tipos de reuniones de vecinos: las de comunidades con solera y las de comunidades nuevas: en las primeras, si llegas de nuevas te pierdes en cuanto un veterano saca el primer trapo sucio, momento esperado por el resto para volver a tirarse la mierda de siempre a la cara; en las otras, se discute cada pequeño detalle hasta que no se decide nada.
Pero con quienes Ejecutor debería actuar es con dos tipos de vecino con los que no puedo:
- Los nasíos pa prohibí, aquellos que todo lo resuelven NO DEJANDO a los niños montar en bici, NO DEJANDO que los de los áticos pongan verja, NO DEJANDO que cada uno vaya a la piscina cuando quiera...
- Los menos nueve, es decir, los que dicen a todo que NO pero NUNCA hacen una propuesta constructiva.
El NO como dogma de fé es un mal a erradicar. Acaso existe algo más alegre y constructivo que un SÍ, ESTA NOCHE SÍ?
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