25 mar 2009

El invento de año

Esta tarde, después de revisar temas urgentes con varias personas, he sentido como mi vejiga me decía 'o me vacías o me vacío'. Así que he salido corriendo y he entrado en el baño de la oficina para ejecutar una micción controlada. Con las prisas, he entrado en el primer wáter (no hay urinarios) y, una vez dentro, he comenzado a mear sin darme cuenta de lo que allí había pasado unos minutos antes. Según mis cálculos y mi olfato apache, un señor con bigote de metro setenta y seis centímetros de altura ha debido de cagar tres minutos y medio antes de entrar yo. El tordo, con un peso total de trescientos cuarenta y siete gramos ha caído por efecto de la gravedad sin mayores complicaciones.

Entonces he pensado en todas las veces que me ha pasado algo similar: en la oficina, en algún bar, en el aeropuerto... Y no puede ser que sólo me haya visto yo en esta tesitura. Seguro que tod@s hemos pasado por ello y no ha sido agradable para nadie (bueno, nunca se sabe).

Es por ello que os propongo, inventores del mundo, señores de la innovación y la creatividad, que inventéis un sistema avisador de los últimos eventos registrados en los wáteres públicos. Algo que me diga que en la letrina de la izquierda ha entrado el puñetero señor de bigote y ha dejado un regalito de cuarto y mitad de kilo tres minutos antes. Para que yo, en plenitud de facultades, sea capaz de decidir, en cuestión de segundos y en base a esa información, que casi mejor entro en la letrina de la derecha. EJECUTOR, ilumínalos.

El Nobel está asegurado. Salud y rocanrol.

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