5 may 2008

Las aceras

Con lo mal que está el aparcamiento en mi barrio, lo primero que se le ocurrió al edil de turno fue elevar los bordillos. Así no aparcaríamos encima de las aceras.



Debió de darse cuenta de que nos daba lo mismo y salvo algunos bordillos insalvables, sobre el resto seguíamos aparcando. En algún sitio tenían que dormir los coches. Y pensó el buen hombre (o la buena mujer) que forrando la calle de bolardos se solucionaba el asunto.



Llegué a ver bolardos arrancados, pintados de todos los colores, incluso serrados (en el barrio la moral nunca ha faltado; la urbanidad, un poquito). Al final, siempre había algún huequiillo por el que subir el coche a la acera por la noche. A lo mejor pensáis que la aceras son de esas de tres o cuatro metros de ancho que hay en los barrios residenciales nuevos donde caben terrazas, soportales y viandantes y aún sobra espacio. Pues no; algunas dudo que lleguen al medio metro.



En fin, a lo que iba. Que una vez agotadas las formas de impedir el aparcamiento no legal, ahora van a por las zonas legales. Y es cuando invoco a EJECUTOR para que le retuerza las pelotas al listo que ha decidido comerse área de aparcamiento haciendo los bordillos en diagonal. Donde antes cabían dos coches, ahora sólo cabe uno.



Qué va a ser lo siguiente? Municipales pinchando ruedas a los coches mal aparcados?



Salud y rocanrol!


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